La cuestión consiste en encontrar donde se encuentra ese colegio porque desde luego si en algún por recondito y remoto que sea de Cataluña existe un colegio donde los profesores castigan a los niños que pillan hablando en castellano no se preocupen vuecencias que Intereconomía ya se había encargado de restregarselo por los morros a los catalanes. Y dilucidada esta cuestión en términos que no pueden ser si no negativos lo más dulce y delicado que merece este sujeto es que lo manden a tomar por culo, que no puede ser porque lo han mandado ya los electores.

No si a este paso al final Mas tendrá razón.